La clase de filosofía en sí me ha sorprendido mucho porque me la esperaba mucho más aburrida, pero sorprendentemente no lo es, ya que para empezar, el profesor, Enrique, te las hace mucho más amenas y divertidas, también te sirven para despertarte, ya que si la tienes a primera hora, como grita mucho, pero también su modo de impartir las clases te despierta y a los cinco minuto ya estas atendiendo e interesado en la clase. El método que tiene Enrique de enseñar la filosofía me gusta mucho, y me gustaría que otros muchos profesores lo hiciesen igual que él, ya que a parte de aprender la materia, sales de la clase con otros muchos conocimientos, es decir, sales con cultura. También, cuando hay algo que no lo entiendes, no le importa utilizar toda la hora de la clase para poder explicártelo de todas la formas posible para que lo comprendas. Esto es algo muy positivo, ya que otros muchos profesores, muchas veces se impacientan, por el mero hecho de que están perdiendo tiempo de explicació