¿EL PENSAMIENTO CRÍTICO ES COMPATIBLE CON LA FELICIDAD?

 ¿SE PUEDE SER FELIZ TENIENDO UN PENSAMIENTO CRÍTICO QUE CUESTIONE TODO?


Esta es la pregunta que se hace mucha gente que está por ejemplo estudiando filosofía en bachiller, o cómo carrera, o una persona normal y corriente que le gusta tener un pensamiento crítico con las cosas que le rodea.


Para empezar necesitamos saber qué es el pensamiento crítico: “es la capacidad que tenemos de entender nuestro mundo en relación con el mundo de los demás”, es decir, analizar todo lo que nos rodea, argumentar, dar razones.


Una vez que ya sabemos lo que es el pensamiento crítico podemos responder a la pregunta de ¿Se puede ser feliz teniendo un pensamiento crítico que cuestione todo?


La respuesta es sí. Se puede ser feliz con un pensamiento crítico, incluso podrás tomar decisiones que no estén bajo el amparo exclusivo de las emociones, que evitaría la drogodependencia emocional y el poder construir una personalidad o una identidad sin estar siguiendo a alguien en todo lo que hace o ser la marioneta de una persona.


Con estas ventajas que da el pensamiento crítico claramente se puede ver que una personas puede ser feliz razonando todo lo que le rodea. Incluso le ayudaría muchísimo a reforzar sus saberes, su personalidad, y a no ser un ignorante de la vida. De esta manera se podrá proponer todo lo que él/ ella quiera sin que nadie le engañe o estafe, y poder ser feliz de la manera que quiera. 


Incluso según el "Doctor en Filosofía Contemporánea que estudió Filosofía en la Universidad de Sevilla y en la Sorbona de París. José Carlos Ruiz dice que hay que implantar el pensamiento crítico a los niños ya desde pequeños. Y que vayan poco a poco extrayendo por su cuenta sus propias conclusiones. De esta manera se “crean” niños que puedan pensar por sí solos y sacar sus propias cuestiones, y en el día de mañana no les puedan estafar o engañar. Por ejemplo al comprar una casa o al aceptar un trabajo."


“Es conveniente que ellos sean conscientes de cuáles son las circunstancias reales que les rodean para que su pensamiento parta de una realidad familiar, así, cuando vayan construyendo su identidad, tendrán unas raíces asentadas en lo real, porque de lo contrario, el peso de lo virtual puede hacer que su pensamiento se proyecte sobre elementos que no formen parte de su entorno.” "Para ello es fundamental crear un ambiente de diálogo constante sin necesidad de forzar situaciones."


También tenemos que hacer que vuelvan a tener curiosidad por las cosas, preguntar, ya que muchos niños a día de hoy están perdiendo esta curiosidad de saber cosas, por ejemplo cómo es posible que de un grifo salga agua y girando una manivela salga agua caliente o fría. Todo esto es lo que tenemos que hacer que vuelva a los niños para poder ayudarles a tener un pensamiento crítico y que puedan pensar por ellos mismo. Y por lo tanto poder ser felices en la vida. 


He preguntado a varias amigas la pregunta de si se puede ser feliz con un pensamiento crítico y esta es su respuesta.


                                                                      


Estas dos opiniones del sí se puede ser feliz con un pensamiento crítico es un claro ejemplo de dos opiniones completamente distintas. Y por último una última opinión que tiene parte de las dos opiniones de antes:


“El conocer nos puede causar infelicidad en algunos momentos, pero la solución no es la de no conocer, sino saber cómo llevar esos conocimientos para que no te afecten. Por ejemplo: te acabas de enterar que maltratan un montón a los animales que te comes y tu no eres feliz comiéndote esos animales, por lo que te haces vegetariana, y en esa parte ya eres feliz. Esto demuestra que en vez de no conocer ese problema y seguir comiendo carne, es mejor conocer el problema y hacer una solución para tu sentirte bien” “Es mejor vivir sabiendo la realidad y con ello plantear cambios en tu vida que te hagan sentir mejor que vivir en un mundo de yupi y evadirse de todo los problemas.”


Comentarios

Entradas populares de este blog

LUCHA ENTRE EL GOBIERNO DE ESPAÑA Y EL COVID-19